El curso se imparte en uno o dos días, consiste en hacerle experimentar al que lo recibe el “Amor ilimitado e incondicional de Dios”, “la incapacidad de la naturaleza caída de vivir este amor”, y “el gran regalo de la Redención”. Conducirlos a aceptar el plan de Dios en sus vidas, y a la Iglesia como “El cuerpo de Cristo” y el lugar de pertenencia.
Todo esto, como ya sabemos es el Kerygma, que a través de la Nueva Evangelización se imparte como decía Juan Pablo II, con nuevo ardor y nuevos métodos, o sea, en la forma nueva que el Espíritu Santo está usando en nuestros tiempos.
Hay un antes y un después en nuestras vidas a partir de hacer el curso Nueva Vida. Somos testigos de vidas totalmente transformadas, de personas que estaban desubicadas y que han encontrado su sitio en la Iglesia, otros dejan sus vidas de vicios y de pecado, porque nadie cambia algo por otro de menor valor, pero cuando conocen a Jesucristo lo dejan todo y lo siguen.
Nace, genuinamente, un amor a la Palabra, a la contemplación, a los sacramentos etc…
¿A quién va dirigido el curso?
Para toda persona creyent
e y no creyente a partir de los catorce años, que sientan vacío en su interior, o que buscan a Dios explícitamente, también lo pueden hacer religiosos que desean esa experiencia, o que están en crisis y necesitan reencontrarse con su vocación etc…
Los que lo impartimos no somos teólogos, ni sabios según el mundo, somos una comunidad de hermanos que ya hemos experimentado esa transformación en nuestro interior, donde hemos aceptado a Jesús como Señor y Salvador y nuestras vidas han cambiado y que hemos hecho una opción de vida, “extender Su Reino”
Lo que se nos dio gratis lo damos gratis. Y nuestras vidas es sólo alabanza y gratitud a Él que nos salvó, y cambió nuestras vidas. Ahora seguimos en una lucha por no perder lo que se nos ha regalado.
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